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lunes, 15 de diciembre de 2008

Blogs corporativos

Cuando hablamos de Enterprise 2.0 hablamos de llevar las características de la web 2.0 a la oficina. Una de ellas es la transparencia y otra la participación de los empleados.

La transparencia con los empleados se trabaja día a día de forma offline en la oficina, pero también mediante herramientas comunicativas como el blog interno, el microblogging o una intranet corporativa repleta de noticias y contenidos relevantes para el día a día de los proyectos.

La transparencia con los clientes, o con la opinión pública, se puede mejorar con la publicación de un blog corporativo abierto al público. Al respecto, Business Week publicaba el artículo “Only 16% Trust Corporate Blogs: Are They Worth Doing?“, citando las conclusiones de un estudio de Forrester, “Time to rethink your corporate blogging ideas“. En este estudio, se afirma que los blogs corporativos aparecen en el último lugar en cuanto a la confianza generada en los lectores. Entonces, ¿vale la pena mantener un blog corporativo? Un buen blog corporativo necesita de un equipo de redactores o la externalización a una empresa de comunicación, y, viendo los resultados del estudio y en los tiempos de recortes de gastos que vivimos, es muy fácil recortar gastos por ahí. Además, el cliente no es tonto, y sabe que un blog corporativo escrito por un equipo de comunicación tratará de venderle humo. Pero ¿es que alguien se cree lo que dice el blog de su propia empresa o el blog profesional de su jefe?

Quizá una solución sería que los propios empleados fueran los encargados de escribir en el blog corporativo de su empresa, explicando el día a día de los proyectos, cómo se sienten, cómo se relacionan con sus compañeros o con sus clientes, etc. Todo sería más transparente, y, estoy seguro, que los clientes lo agradecerían. Está claro que debería haber unas ciertas normas, como no hablar de temas confidenciales de proyectos o ser respetuosos, no es el mejor lugar para faltar al respeto de tus compañeros.

Aún así supongo dos inconvenientes en la transparencia dentro y fuera de la empresa:
  • Una empresa no puede dejar que sus empleados escriban sobre sus proyectos y firmen los artículos del blog. No puede permitir que se exponga su capital humano.
  • La información es poder, y es un hehco que los empleados y departamentos de una misma empresa se ocultan información del día a día de sus proyectos y conspiran para conseguir ascensos o mejoras dentro de la empresa.
Los principios del Enterprise 2.0 se basan en los principios de una sociedad transparente y quizá esa transparencia sea imposible de aplicar en los negocios. Lamentablemente, aquellos polvos traen estos lodos y, a día de hoy, parte de esa falta de transparencia nos está arrojando a esta crisis mundial de confianza.

2 comentarios:

Unknown dijo...

No sé mucho sobre blogs corporativos, pero sí sé que querría de ellos como consumidor de blog, eso sí, no sé si un (potencial) cliente de la empresa querrá el mismo tipo de información.

Para mí, lo más importante es que la empresa vaya colgando temas que ayuden a la formación del consumidor en el campo que domina la empresa. Si es una empresa que fabrica LEDs, pues a mí me interesaría que me contaran que es un LED, que maquinaria se utiliza para realizarlos, las novedades en tecnología LED, evolución de la penetración del LED...

Por otro lado, sería importante espaciar lo máximo posible los posts de autobombo hacia la misma empresa, aunque son necesarios para dar a conocer sus novedades corporativas.

Hay mil tipo de empresas, y estas premisas serán distintas para cada una de ellas, por tanto, no es aplicable a todas ellas.

David Sánchez dijo...

Borsaholic, comparto lo que tu dices y creo que el fin último es el de crear marca y un lugar donde el cliente pueda encontrarse a gusto. Es decir, un lugar donde me informen sobre los LEDS, como tu dices, pero además me ayuden en mis decisiones de compra (LEDS azules o LEDS verdes), puedan compartir mis experiencias sobre LEDS con otros consumidores, etc. es decir, crear comunidad (la web social, pilar de la web 2.0) y que al final, está claro, transfieras tus euros a la arcas de la empresa pero que lo hagas gustosamente y sin ser consciente de que te han vendido un producto, sino que tu has decidido libremente comprarlo.